Tras dos años de pandemia, limitaciones y modificaciones del estilo de vida, nos enfrentamos al primer verano sin grandes medidas restrictivas y, con ello también, a la vuelta de las patologías prevalentes de esta época del año relacionadas con las vacaciones, las altas temperaturas, los contrastes climáticos y la humedad. La Dra. Natalia Cárdenas, coordinadora de Urgencias del Hospital Nuestra Señora del Rosario, señala, en este sentido, que los trastornos que más visitas provocan a su servicio en estos días son los golpes de calor, las infecciones urinarias, las picaduras de insectos y las gastroenteritis.

Golpe de calor

“El calor es el principal riesgo al que nos enfrentamos en el periodo estival. La exposición a altas temperaturas es una de las urgencias médicas específicas, principalmente en personas de riesgo, como niños y adultos mayores”, comenta la especialista, quien añade que el peligro surge cuando el mecanismo de regulación de la temperatura se ve afectado por una exposición prolongada al calor y la imposibilidad de conseguir un enfriamiento adecuado.

Esto genera una deshidratación rápida y severa del organismo y sus consiguientes síntomas: fatiga, cefalea, dolor muscular y, en los casos más graves, alteración del estado de la conciencia, letargia y coma, “que tienen que ser atendidos en el menor tiempo posible debido al riesgo de compromiso multiorgánico que podrían presentar los pacientes”.

Comenta la Dra. Cárdenas que las medidas que se deben adoptar para evitar estas complicaciones son:

  • Uso de ropa clara
  • Empleo de protector solar
  • Hidratación abundante
  • Hacer pausas en zonas de sombra con menor temperatura

Infecciones urinarias

Otra de las patologías prevalentes del verano es la infección urinaria, que, al decir de la Dra. Cárdenas, esta muy relacionada con factores como los bañadores mojados, los cambios de temperatura y la deshidratación. “La infección urinaria es prevalente en mujeres, debido a que la uretra es más corta y, por consiguiente, el crecimiento bacteriano puede alcanzar más fácilmente la vejiga”.

Los principales síntomas que genera son: escozor al orinar, micciones constantes y en pequeñas cantidades y orinas con sangre. “Las situaciones más severas pueden presentar fiebre persistente mayor a 38ºC, dolor abdominal y compromiso del estado general.

Según comenta la especialista, “a pesar de su gran incidencia estival, la mayoría de casos suele ser de carácter leve y presentan buena evolución tras el tratamiento”. Eso sí, las infecciones pueden evitarse si se controlan sus factores de riesgo:

  • Evitar el uso prolongado de ropa húmeda
  • Evitar la exposición en situaciones de menor temperatura con dichas prendas
  • Tener una hidratación adecuada para aumenta la diuresis, lo que permitiría eliminar las bacterias que esten en el tracto urinario y las infecciones asociadas.

“Algunos estudios recomiendan el zumo de arándanos rojos como una alternativa natural para evitar la recurrencia de infecciones urinarias, gracias a sus propiedades para acidificar la orina y evitar la adherencia de E.Coli a la vejiga, que es la principal bacteria asociada a estas infecciones”, recomienda la Dra. Cárdenas.

Picaduras de insectos

En estos meses también se registra un incremento en la incidencia de picaduras por insectos. No obstante, no todas pueden catalogarse como una urgencia, ya que la gran mayoría genera efectos locales con mejoría progresiva en los días posteriores y sin generar riesgo para la salud.

Las que se catalogan como urgencias médicas son las que desarrollan reacciones tópicas severas, respuestas alérgicas o sobreinfecciones. Las más comunes son las de abejas y avispas, “que pueden desarrollar desde malestar local, inflamación y dolor, hasta cuadros de anafilaxia severos que comprometerían la vida”.

“Ante la sospecha de estas picaduras debemos vigilar la lesión y la situación general del paciente, actuando con rapidez en caso de empeoramiento de la zona de la picadura y/o el inicio de síntomas como vómito, dolor abdominal, piel rojiza o dificultad para respirar. Esto permitiría efectuar una valoración inmediata en urgencias”, advierte la Dra. Cárdenas.

Gastroenteritis

Los servicios de urgencias se enfrentan en estos meses a un aumento de casos de diarreas y vómitos, la mayoría asociados al consumo de aguas no potables, principalmente en viajeros procedentes de otros países, o a la ingesta de alimentos mal preservados que contienen huevo.

“Muchos de estos casos pueden desarrollar cuadros graves debido a su origen infeccioso bacteriano o parasitario, con compromiso del estado general, diarreas sanguinolentas o fétidas y cuadros febriles persistentes que requieren la atención en urgencias, principalmente por el riesgo de deshidratación severa”, detalla la especialista, que apunta que “siempre que se inicia un cuadro gastrointestinal, es importante hacer un reposo digestivo, limitando el consumo de alimentos sólidos y reponiendo el líquido que potencialmente hemos perdido para evitar la deshidratación secundaria”.

 

No obstante, la coordinadora de Urgencias del Hospital Nuestra Señora del Rosario subraya que la mayoría de estas patologías suele tener un compromiso leve y una evolución favorable. “Además, es importante recalcar que pueden evitarse controlando los factores de riesgo mencionados, tomando medidas preventivas para disfrutar del verano sin situaciones adversas y haciendo un uso responsable de las urgencias hospitalarias para aquellos casos de gravedad”, concluye.